https://vimeo.com/459401107

¡Sufro Por Tu Amor! (2da Parte)

… Finalmente Raúl la dejó a Susana quien tiempo después conoció a Carlos…

“Yo estaba en un bar y entonces lo vi. Él estaba jugando al billar y me preguntó si quería jugar con él a lo cual le dije que sí.

En el medio de la partida Carlos me invitó a salir pero yo le dije que no estaba acostumbrada a salir con hombres que conocía en los bares, pero insistió e insistió hasta que finalmente le di mi número de teléfono. La verdad es que solo lo hice insistir para ver cuán interesado estaba, y para quedar bien delante de él, porque me moría de ganas de aceptar.

Una vez más me vi inmersa en una relación mágica y tan solo dos semanas después ya estábamos compartiendo un departamento que alquilamos para vivir juntos, ya que él no tenía donde vivir y yo estaba buscando mudarme del mío.

A decir verdad, la relación enseguida se mostró como lo que era: nada muy maravilloso, pero de todas formas un año después seguíamos juntos y mi madre empezó a ponerse mole sta con la situación, así que acepté casarme con él.

Tengo que decir que yo me esforzaba mucho para que él pudiera llegar a amarme como yo deseaba, y para eso me transformé en la esposa perfecta, limpiaba la casa, le cocinaba, le lavaba y planchaba la ropa, y la mayor parte del tiempo me hacía cargo de pagar los gastos de la casa, pues el raramente trabajaba.

El aparecía y desaparecía del departamento según se le daba la gana, a veces se iba durante varios días seguidos, pero si yo le preguntaba donde había estado, se ponía realmente muy violento, así que aprendí a no preguntar con tal de que no me pegara.

Luego de casi dos años, un día se fue y no volvió más. Se fue con otra según me dijeron mis amigas.

Yo sé que la culpable de que se haya ido fui yo, porque seguramente esa otra mujer le daba todo lo que yo no había sabido darle.

En realidad mi relación con Carlos era como una droga. Yo sabía que me hacía daño, pero cuanto peor se ponía la relación, más me costaba dejarlo, y más lo necesitaba.

Llegué a querer a Carlos tanto como a Raúl, pero el hombre al cual más quise en mi vida siempre fue mi padre, lástima que mi padre no haya sentido lo mismo por mí.

Bueno en realidad creo que tampoco sentía lo mismo por mamá, ya que ellos discutían frecuentemente a los gritos, y el clima en casa era bastante tenso. Lo único que me confundía era que cuando una vez le pregunté a mamá por qué se estaba peleando con papá, ella se enojó y me dijo que no se estaban peleando.

Pero mamá ¿Entonces por qué se están gritando e insultando le pregunte? “Ya te dije que yo no estoy enojada con tu padre, pero me voy a enojar mucho contigo si me sigues molestando” dijo, y eso me asustó tanto que aprendí a no preguntar.

CONCLUSIONES

¿Qué es lo que podemos deducir de todo lo contado?

Primero que más que una persona amada, Susana era una persona manipulada y mal tratada, era una verdadera víctima del amor que se obsesionaba por sus parejas, y aunque por momentos se daba cuenta que su pareja la hacía sufrir, en lugar de comprender que sufría porque estaba junto a una persona incorrecta, pensaba que sufría porque amaba mucho a ese hombre, y no sabía cómo hacerle feliz.

En la casa de sus padres evidentemente las cosas no funcionaban bien, y como suele suceder en estos casos, no es el hecho de que existan problemas con los ancestros lo que daña a los niños, sino que lo que más los daña es el no poder hablar de esos problemas, o peor aún que los padres nieguen que sean verdad, con lo cual el niño empieza a tener miedo y a desconfiar de su propia capacidad de darse cuenta de lo que verdaderamente sucede.

En toda familia se determinan sin decirlo los roles que deben adoptar cada uno de sus miembros para poder sobrevivir, y los niños que por su indefensión dependen absolutamente de los adultos, aprenden rápidamente a hacer y decir lo que se espera de ellos, con tal de no ser maltratados o expulsados o no queridos, por los personajes más importantes de su vida.

Luego de grandes, habiendo practicado la incapacidad para discernir lo que es cierto de lo que no es cierto y lo que es bueno de lo que no es bueno, al juntarse con una pareja, aparece inevitablemente esta incapacidad para relacionarse adecuadamente.

Por otra parte todo niño busca repetir el clima familiar pues eso es lo que lo hace “sentirse como en casa”, y así es muy fácil descubrir que los hijos de los alcohólicos, los adictos y los violentos se juntan con alcohólicos, adictos y violentos, y los descendientes de familias emocionalmente inaccesibles, buscan y se juntan con personas inaccesibles.

Todo sería más fácil si solo tuviéramos que recordar cómo era el clima familiar entre nuestros padres, pero existen tres grandes inconvenientes para descubrir nuestros problemas por esa vía

1) Primero que no es fácil recordar lo que ha sucedido cuando éramos muy pequeños

2) Segundo que es casi imposible volver a traer a la consciencia lo que pasó y sintió nuestra familia mientras estábamos dentro del seno materno

3) Tercero que nuestra herencia transgeneracional no se limita a nuestros padres, sino que también debemos incluir entre las personas que nos han influido a nuestros abuelos, bisabuelos, hermanos, tíos y personas importantes de nuestra infancia

Y todo esto es realmente imposible de lograr sin un minucioso análisis transgeneracional

Con mis mejores deseos
Dr. Roberto A. Bonomi

CUÉNTALE TU PROBLEMA AL DR. BONOMI

SOLICITAR UN ESTUDIO TRANSGENERACIONAL

COMPRAR EL LIBRO «Problemas de Pareja»

COMPRAR DVD DEL SEMINARIO TRANSGENERACIONAL

BAJAR EL LIBRO DE MUESTRA GRATIS

¿Te gustó esta explicacion?

Si te has perdido el Webinario de Análisis Transgeneracional