Observa al Observador – Dr. Roberto A. Bonomi
(Parte 3)
Hola, soy el Dr. Bonomi
Hoy voy a compartir con ustedes la tercera parte de mi video llamado Observa al Observador.
Tal como les he explicado en mi libro Despierta!, no podemos estar separados de los demás, pues todos formamos parte de una misma cosa que es todo lo que existe. Entonces yo no puedo estar separado de mi mismo.
Pero entonces si lo que les estoy contando es cierto, tal vez te preguntes:
¿Para qué existe la dualidad?
¿Para qué se nos hace vivir como real algo que no lo es?
Y la dualidad existe, pues si yo quiero tomar consciencia sobre qué es lo que sucede conmigo mismo, como yo no me puedo ver a mi mismo, necesito estar al mismo tiempo afuera para poder verme. Este es el juego de La Consciencia (con mayúscula)
Lo que nos causa dolor en este mundo es el Ego, el apego, el deseo y el pensar que nos falta algo, pues si pensamos que necesitamos algo para ser más felices, entonces sentimos que si no tenemos eso no podemos ser totalmente felices.
Hace miles de años el gran Buda fue criado dentro del palacio de su padre, un palacio donde se cuidaba que Buda fuera lo más feliz posible, y por lo tanto no se permitía que le mostraran gente sufriendo o muriéndose.
Y a Buda le dijeron que podía ir donde quisiera, mientras no saliera fuera del palacio, y le dieron a los guardias la orden de que nunca le dejaran salir.
Como se podrán imaginar, con cada año que pasaba, Buda sentía más y más deseos de saber qué era lo que pasaba fuera del palacio, hasta que finalmente un día se disfrazó y logró salir.
No se había alejado demasiado cuando delante suyo pasó un cortejo fúnebre, llevando el muerto adelante y por detrás todos los amigos y parientes llorando.
Y como Buda nunca había visto llorar a una persona, quedó profundamente impactado por ese encuentro y decidió renunciar a su vida de príncipe y retirarse a la selva para resolver ese problema.
Y allí se sentó debajo de un árbol, y se dijo a sí mismo que no se movería de allí hasta descubrir cuál era el motivo por el cual la gente sufría tanto. Y así se la pasó meditando debajo de ese árbol durante los siguientes siete años, comiendo solo lo que le llevaban los animales del bosque.
Cuando finalmente logró la iluminación, se levantó del árbol sabiendo que:
Todo el sufrimiento del mundo está provocado por el apego y el deseo
Puesto que cuanto más se desea algo más se sufre, y cuando se consigue lo que se desea, no solo se comienza a desear una cosa diferente, sino que también se comienza a sufrir por miedo a perder lo que se tiene.
El deseo es entonces un hambre infinito e insaciable
Y los discípulos por supuesto le dijeron que su propuesta sonaba muy bien, sonaba muy razonable pero era muy difícil de aplicar, y le dijeron a Buda que era imposible vivir en este mundo sin tener deseos.
Y la respuesta fue que hay que aprender a vivir en este mundo como vive el loto en los estanques: vive dentro del agua pero no se moja, y es verdad que puede resultar muy difícil vivir sin deseos, pero que en realidad solo podemos ser felices si tenemos un solo deseo, ese debe ser el deseo de la Unidad, el deseo de unirnos con todo lo que existe al unirnos con La Consciencia Universal (que es simplemente un nombre de Dios)
Sentimos dolor porque creemos que estamos separados, y al pensarnos como separados, podemos pensar que afuera nuestro existen cosas que no podemos alcanzar.
Y nos confundimos pensando aquí estoy yo y allí están ellos, y ellos tienen cosas que yo no tengo, pero yo soy mejor que ellos, cuando en realidad les he dicho más arriba que todo lo que vemos fuera nuestro, es solo una proyección de nuestra mente.
Y cuando vemos algo que nos desagrada, algo que realmente desaprobamos, entonces debemos preguntarnos, puesto que yo soy el creador de todo aquello que veo,
¿Qué tiene eso que ver conmigo?
¿En qué forma yo hago algo semejante?
Y veo una persona mentirosa y mi primera reacción es sentirme muy molesto, pero debería preguntarme
¿En qué soy yo mentiroso?
O ¿De qué forma me estoy mintiendo a mí mismo?
Y seguramente ustedes y yo miramos a nuestros gobernantes y vemos gente corrupta, pero en realidad deberíamos preguntarnos
¿En qué estoy siendo deshonesto con los demás?
O ¿En qué soy deshonesto conmigo mismo y estoy haciendo cosas que me hacen quedar bien pero me hacen sentir mal, o estoy haciendo cosas porque los demás esperan que las haga, pero yo no siento ganas de hacerlo?
Y tal vez esto les lleve a pensar: tengo un hijo o un marido enfermo,
¿Qué debo hacer para que se cure?
Cuando pensamos de esta forma, en lugar de solucionar los problemas los estamos agravando, pues si yo pienso que mi hijo o mi marido están enfermos, eso los enferma, pues mi pensamiento es creador, mi pensamiento puede modificar la realidad, y si además de pensarlo lo digo, entonces agravo las cosas aún más, porque el poder de la palabra es inmenso.
Lo que en esos casos debo pensar es que mi marido o mi hijo están bien, pero yo los estoy percibiendo como enfermos, por lo cual todo lo que debo hacer es comenzar a pensarlos como sanos, para así poder dejar que la ley de atracción cambie la realidad que me aflige.
Aquello a lo cual le prestamos atención se refuerza, por lo tanto cuanto más pensamos en una determinada cosa, más fuerte la hacemos.
Ahora piensen por un momento ¿Cuál es la consecuencia que tendrá en sus vidas, si constantemente se están quejando, o están pensando en lo mal que les va?…
Por eso
No piensen en lo que no desean
Piensen solo en lo que desean que suceda
Ni tampoco deben criticar lo que hacen o dejan de hacer los demás, pues eso los vuelve víctimas de lo que están diciendo.
Al criticar a alguien, lo que ganamos es que esa clase de cosas sucedan en nuestra vida
Tengan siempre presente al observador, pues el observador modifica la realidad simplemente observando, y el observador son ustedes.
Y entonces la pregunta correcta que deben hacerse cuando se enfrentan a una realidad que no les agrada es:
¿Para qué estoy yo aquí?
O
¿Para qué me sucede esto?
No se pregunten por qué, sino para que, porque todo lo que pasa sucede dentro de un orden perfecto, y eso que les está sucediendo, tiene un sentido para ustedes aunque ustedes no se den cuenta de ello.
Y la solución de ello no depende de lo que hacen en el mundo sino de lo que hacen con ustedes mismos.
Lo importante no es HACER sino SER
Y cuando comienzan a SER una persona diferente, entonces comienza a cambiar la realidad que les rodea.
Y si la realidad no cambia como a ustedes les gustaría que cambie, tienen que aprender a aceptar que las cosas están sucediendo como deben ser, siguiendo un plan mayor al cual ustedes no tienen acceso.
Pero de lo que sí pueden estar seguros es de que el orden es perfecto, y que lo que está sucediendo es lo mejor que les podría suceder.
Y como lo que ha de suceder es lo mejor que les podría suceder, la actitud mental adecuada es aprender a entregarse a La Inteligencia Infinita, entregarse a La Consciencia que todo lo sabe y todo lo puede.
Y si logran hacerlo, en vez de sentir frustración por no haber logrado que las cosas hayan salido como ustedes deseaban, lo que sentirán será una profunda paz y armonía.
Y cuando se encuentren en una situación en la que no parece existir ninguna solución, lo mejor que pueden hacer es no hacer nada, correrse a un costado y dejar que La Consciencia Infinita se haga cargo de ello, para lo cual tenemos que aprender a ofrecerle nuestros problemas con la confianza de que se encaminarán en la dirección correcta.
Con mis mejores deseos
Dr. Roberto A. Bonomi
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